Historias de la puta crisis

Terapia de grupo para soportar la que esta cayendo ...

30/10/2009 - La Vanguardia

” Rajoy: Por vez primera, una generación teme vivir peor que sus padres ”


Por una vez en la vida, y aunque considero a este señor como uno de los personajillos más funestos e inútiles que han pasado por nuestra piel de toro, tengo que darle la razón. La frase le ha quedado bordada, sacándola fuera de contexto, porque oída en medio de la parrafada en que ha sido dicha, en una conferencia en la Universidad Politécnica de Cartagena, ya no suena tan bien. Leída tal cual el titular, suena redonda. Con todo el acompañamiento anterior y posterior, suena a la misma basura que sale siempre de su boca.

http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20091030/53815257165/rajoy-por-vez-primera-una-generacion-teme-vivir-peor-que-sus-padres.html

Y tiene razón porque realmente, los más jóvenes y los que ya no lo somos tanto aunque nos quede todavía un amplio recorrido hasta la tercera edad, hemos pasado de ver como nuestro país marchaba cual locomotora a todo trapo, a constatar que los últimos 15 años eran una mentira que ya no existe. Nuestro proceso de modernización y progreso tras estar 50 años en el culo del mundo libre, basado en la generación de riqueza fácil en torno a la construcción (residencial, pero sin crear infraestructuras) y  el turismo salvaje ( sustituyendo turismo de calidad por turismo en cantidad )  se ha acabado. Estamos como hace una generación, pero no disponemos de los mecanismos que nos den el impulso recibido entonces. Para el tercer mundo, somos una potencia ; para el primer mundo, somos un lastre : no estamos en condiciones de recibir las cuantiosas ayudas procedentes de la CEE, y tampoco en condiciones de entrar en el grupo de los países contribuyentes. Una península barataria en medio de ninguna parte, eso es lo que somos.

Confieso que, yo mismo, soy incapaz de hacerle entender a mi padre el calibre de la crisis que estamos viviendo. Él, prejubilado a los 58 años, habiendo cumplido este año 69 tacos, insiste en que ya hubieron otras crisis, y de todas se salió. Cierto. Pero las crisis vividas hasta ahora eran parones, frenazos de la economía que de forma cíclica necesita que a un período de bonanza le suceda uno de penuria, para crear un nuevo impulso para continuar con el crecimiento. Son como las paradas que hace un alpinista en las diversas etapas de la conquista de su objetivo: la cumbre. Nosotros, por el contrario, hemos perdido el pie, nos hemos precipitado al vacío y todavía no tenemos claro si la cuerda nos dejará caer más o, por el contrario, se ha tensado y ha frenado ya nuestra caída. En cualquier caso, tenemos claro que nos toca retomar el ascenso, pero con menos fuerzas y menos provisiones.

Pero si la perdida económica es grave, aún mayor lo es la pérdida de referentes y apego a los usos democráticos que está causando la constante revelación de escándalos en los partidos políticos. Damos por hecho que, en lo económico, hoy las diferencias entre las derechas y las izquierdas son testimoniales. Pero resulta insultante comprobar la cantidad de sivergüenzas que transitan en busqueda de notoriedad y enriquecimiento fácil  por las diferentes formaciones de nuestro parlamento, de tal manera que parece no haber manera de no desayunar cada día con un nuevo caso de desvío de capitales, tráfico de influencias y demás hijoputadas realizadas por insignes miembros de nuestras clases dirigentes.

Resulta humillante, se mire por donde se mire, estar pasándolas putas mientras los señores a los que les pagamos el sueldo para que estudien las fórmulas y procedimientos para sacarnos del atolladero en que vivimos, estén más preocupados de lanzarse puyas unos a los otros con el tan manido argumento del “tú más”, desviando por completo la atención de lo fundamental. Eso sí, luego vendrán las quejas en forma de reprimendas a los ciudadanos poque nos abstenemos más de la cuenta a la hora de votar. Pocas ganas te quedan ya, con el hecho de tener las contiendas electorales tan dispersas de tal suerte que cada año hemos de sufrir un proceso electoral (con todo el gasto que ello conlleva, digo yo que podrían concentralas un poco o un mucho, joder), para que, encima , tengas que ir pensando a ver a quién votas, a qué nuevo mamón le das la oportunidad de que chupe y medre, sin confianza alguna en que seremos capaces de poner en cada institución a alguien más preocupado en nuestro bienestar que en el suyo propio.

A mi, personalmente, ya me han dejado sin sustancia. Fuí votante del PSOE en mis años mozos, voté a Aznar para su segunda legislatura (no se me cayera la mano a trozos, gilipollas de mí), y he coqueteado con todos los demás. Ahora, me cago en las izquierdas, me cago en las derechas, y no me cago en el centro porque no existe.

p.d.  la hostia, qué a gusto me he quedado.

1 comentarios:

Me parece muy respetable tu análisis. Fianlmente hay demasiados asesores más pendientes de su cargo que de la politica.
Tendrems que seguir pendientes de sus decisiones y compartiendo la ilusión desde estos rincones de compartir pensamientos.
Saludos