Historias de la puta crisis

Terapia de grupo para soportar la que esta cayendo ...

Muro de Berlin
Hoy, 9 de Noviembre, se va a celebrar en Berlín  el 20º aniversario de la caída del Muro que durante 28 años separó la ciudad en dos partes, este y oeste, símbolo de la división artificial de la ciudad, de Alemania (entonces RFA y RDA) y de toda Europa en dos bloques antagónicos.

La situación heredada de los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, con una ciudad (como el país entero) ocupada en una parte por los ejercitos británico y estadounidense, y en la otra por el ejercito soviético, tuvo como consecuencia absurda la coexistencia de dos naciones Germanas : La República Federal de Alemania, pro-occidental, con capital en Bonn ; y la República Democrática (¿?) de Alemania, prosoviética.

La primera, emprendió rápido el curso, junto con el resto de paises europeos occidentales, de la modernización y la integración en las nuevas estructuras de Europa. Se benefició del Plan Marshall, fué socio fundador de la CEE y aliado en la OTAN. La segunda, sometida como el resto de paises de la Europa oriental al yugo de la URSS, paseó de mejor o peor manera sus miserias por el COMECON, por el Pacto de Varsovia y todas aquellas instituciones que el Gigante Rojo tenía a bien crear para dar la sensación de que estas naciones disponían de un cierto margen de maniobra para integrarse en ellas por propia voluntad. Claro está que luego se imponía la cruda realidad, y ante el menor signo de aperturismo, como en Hungría o en Checoslovaquia, aparecían los tanques rusos por las calles y a otra cosa, mariposa. En este contexto se explica la genial idea de sus dirigentes de, con premeditación, alevosía y nocturnidad, construir en la noche del 12 al 13 de Agosto de 1961, el que vino en ser llamado “Muro de la Vergüenza”, para intentar cortar la evasión de trabajadores de la zona oriental de Berlín a la zona occidental.

No tengo ni idea de cómo viene reflejado todo esto en los libros de historia con los que, actualmente, se manejan nuestros estudiantes. Los que tenemos ya algunos años (en mi caso, cuarenta y pocos), lo estudiábamos así en los libros de EGB y BUP. Cuando llego la intensa tarde-noche de hace veinte años en la que vimos por la televisión como cientos de alemanes se echaban a la calle para encontrarse con familiares y amigos a los que no habían podido ver en casi 30 años, como gente con lagrimas en los ojos daban palmaditas en la espalda o incluso besaban a los soldados que intentaban, sin demasiado afán, mantener el orden, los mismos soldados que hasta el día anterior les habrían disparado sin dudar ante el intento de saltar el muro; cuando llegó ese momento, digo, nosotros, por formación y por información, entendimos la emoción del momento. Aquí habíamos tenido nuestros momentos: la muerte de Franco, la legalización del PCE, el 23F, la primera victoria del PSOE, etc. En la esfera internacional, solo recuerdo un suceso de tal importancia : la victoria de Obama.

Y me preocupa como perciban los jóvenes la celebración de mañana, porque mucho me temo que para los no estrictamente afectados (los alemanes, obviamente), el hecho va a pasar relativamente inadvertido. Y el muro de Berlín cayó, pero siguen existiendo e incluso se siguen construyendo nuevos muros, derivados de la incomprensión y de la incapacidad del hombre de dar respuesta a los retos de nuestro tiempo. En la antigüedad, los muros eran fortificaciones para la defensa física de las naciones que los levantaban : La Gran Muralla China, El muro de Adriano, etc. En la actualidad suponen el recurso fácil para solucionar mediante la exclusión problemas que no saben resolverse mediante la diplomacia.

El muro que Israel levanta en  Cisjordania es el fruto de la incapacidad de israelitas y palestinos por encontrar un final negociado a sus hostilidades. El muro que levanta EEUU en la frontera con Méjico deriva de la propia incapacidad de la potencia estadounidense de generar un ambiente de confianza, respeto y prosperidad al sur de sus fronteras de manera que los habitantes de Méjico y Centroamérica no hayan de buscar fuera de sus casas lo que les es negado en ellas.

Con el mismo razonamiento podríamos ver incluso que la verja de Melilla es el resultado de la nefasta política europea en Africa, que no ha sabido, podido o querido devolver en forma de inversión y oportunidades para los africanos lo explotado en la época en que todos los países del viejo continente tenían derechos coloniales sobre absolutamente cualquier rincón del continente negro.

Hoy habremos de alegrarnos por lo sucedido hace veinte años. Esperemos que dentro de otros veinte , haya quien pueda hacer lo propio por haber podido ver como estos otros muros de la vergüenza  también han sido derrumbados por la razón y la inteligencia de los sucesores de aquellos incapaces que los levantaron.

1 comentarios:

Cierto que duelen los muros, los fisicos y los psicologicos, los que se ven y los que se sienten. Las barreras sociales con su desprecio e indiferencia a lo incomodo.
OInteresante comentario
Saludos