Historias de la puta crisis

Terapia de grupo para soportar la que esta cayendo ...


 
Hermanos en la fe y amor por Internet : os confieso que he pecado.

Cierto día de hace ya unos cuantos años, pensando en mi colección de vinilos, de tamaño respetable y muchos de ellos con dos o tres décadas de antigüedad, adquirí cierto aparatejo que me permitía conectar el PC con el giradiscos, para digitalizar mi colección. Con el primer vinilo constaté dos cosas.
  1. A la vista del tiempo que ocupa digitalizar, limpiar y convertir un triste LP, iba a necesitar varias vidas para acabar .
  2. Por muy bien que fuera el proceso de limpieza del sonido, la calidad del mismo difícilmente sería comparable al original.
En estas divagaciones estaba, cuando empiezo a leer y a recibir por parte de conocidos referencias a un programa (en mi caso E-donkey), lo pruebo y compruebo que tardo en tener varios de mis LPs físicos digitalizados en muchísimo menos tiempo del que me lleva el proceso artesanalmente.

Me lleva unos meses, pero consigo tener por fin toda mi colección en MP3. Además de una cantidad apreciable de discos descatalogados o simplemente, nunca publicados en nuestro país. La tentación es grande, y el gesto para darle gusto mínimo : un click de ratón.

En esto, que empiezan los primeros movimientos de protesta por parte de la SGAE acerca de los problemas con los derechos de autor que la propagación universal de la tecnología p2p está provocando. Cierres de webs, juicios y más juicios, cambios legislativos, cánones para cualquier soporte capaz de reproducir los contenidos, se suceden ante mi atónita mirada. En parte por la controversia creada, y mayormente al no existir ya la necesidad de salvaguardar mi colección musical de cualquier imprevisto, dejo de utilizar dichos programas.

No por ello dejo de seguir expectante en que ha de acabar semejante lio, asistiendo a capítulos bochornosos como el cobro del canon a las peluquerías por tener puesta la radio o las múltiples sentencias, en uno u otro sentido, que va generando nuestra Justicia. Y en este orden de cosas llega esta semana, en que los artistas se plantan, La CEE aprueba que las conexiones a internet se corten a los que descargan contenidos sometidos a derechos de autor, nuestro Gobierno anuncia una ley en la que se contempla la manera de efectuar los cortes, luego se desmiente a si mismo, surge el famoso manifiesto en defensa de los derechos de Internet, etc., etc., etc..

Una vez leído y releído el famoso Manifiesto, y aún reconociendo lo tentadora que resulta la posibilidad que se nos ofrece de hacernos con prácticamente cualquier contenido a coste cero, después de una reflexión más o menos profunda acerca del tema he llegado a la conclusión de que el mencionado panfleto tiene más agujeros que un queso Gruyere.

La futura Ley de Economía Sostenible (sobre la que tengo todas las reservas, y no es precisamente el punto que nos ocupa el que más debiera preocuparnos) no pasa de ser, hoy por hoy, un texto que ha de ser objeto de debate parlamentario primero, con la más que segura inclusión de enmiendas después, y su posterior aprobación por ambas cámaras. Es decir, que todavía tiene recorrido antes de hacerse realidad y en todo caso habría que esperar al redactado definitivo antes de poner el grito en el cielo. Y aún así, una de las garantías que nos ofrece la democracia es que cualquier ley puede ser cambiada o modificada en cualquier momento.
  
Pero es que en el fondo del Manifiesto subyacen unos principios con los que no puedo estar de acuerdo. Evidentemente, cuando tanta gente presumiblemente más preparada que yo ha sido capaz de ponerse de acuerdo en su redacción y suscribir o apoyar sus contenidos, no seré quién para atribuirme la verdad absoluta e insinuar que todos los demás se equivocan. Pero si quisiera dejar claros aquellos aspectos que me chirrían de dicho texto. :

"1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión."

El término “derechos de autor” hace referencia al derecho a la propiedad intelectual, que está recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 17.1 y que reza así :

“ Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.”

Yo no sé si este derecho ha de estar por encima, por debajo o en medio de todos los demás. Pero a mi de pequeño me enseñaron que mis derechos se acaban dónde empiezan los derechos de los demás. Y en ello creo firmemente. Disfruto de toda la seguridad que soy capaz de procurarme, intuyo que se presume mi inocencia, me siento tutelado de manera efectiva por la Justicia (aunque esa tutela no siempre se muestre rápida y eficaz) y digo todo lo que me da la real gana, y este blog es una muestra. Pero tengo claro que mi presunto derecho a la privacidad deja de tener sentido si aprovecho ésta para la comisión de delitos, sean éstos de la naturaleza que sean.

El redactado de los artículos 2 y 3 me parece correcto, y estoy de acuerdo con su contenido, aunque pienso que da por hechas cosas que está por ver que lleguen a producirse. Vamos con el cuarto :

"4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes."

¿ Amenaza ?, ¿ Qué amenaza ?. Más bien al contrario, la dinámica actual es la que amenaza a los creadores y entorpece la creación cultural.

Si yo diseño software libre, me puede satisfacer que de manera libre la gente se haga con el mismo, lo utilice y en la medida que les sea posible, lo mejore.

Pero si me dedico profesionalmente a la creación de software propietario, actividad esta que puede ser mi fuente de ingresos principal, ¿ Por qué he de tragar con que cualquier fulanito se vaya a la mula, descargue un número de serie y siga utilizando el software pasado el período de prueba, en lugar de comprarlo ?.

¿ Me han de quedar muchas ganas, cuando este gesto se repite continuamente, de seguir volcando mi intelecto y mi tiempo (que tienen un coste) en desarrollar aplicaciones que satisfacen las necesidades de unos usuarios que las utilizan pero por la cuales no están dispuestas a pagar, no por lo que debiera ser la variable principal, el precio, sino porque para qué pagar poco o mucho por algo que pueden obtener gratis ?

Este razonamiento es extrapolable a cualquier otro contenido descargable en Internet. A mi no me gustan los precios actuales de CDs musicales o de las entradas del cine. Y creo que las industrias discográficas y las grandes productoras de cine han de reorientar sus políticas de comercialización. Pero no creo que los artistas, músicos y demás trabajadores de estas industrias, que no tienen la potestad de cambiar dicha situación, deban pagar el pato.

"5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.”

El redactado del artículo 5 me parece directamente surrealista. Reconoce los derechos de los autores, para a continuación hacer un ejercicio de demagogia intolerable. Es como decirle a alguien :

- Tienes derecho a la vida, pero como puedo matarte, jódete y baila.

No me extenderé más. Dado que los autores no suelen tener en sus manos el poder de modificar el modelo de negocio de las empresas que les pagan (como prácticamente cualquier empleado por cuenta ajena), le estamos diciendo que busquen otro modelo. Y si el Gobierno intenta legislar en su favor, entonces montamos el pollo. Estamos a mitad del panfleto, y cada vez lo entiendo menos.

“7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.”

Nuevas vueltas de tuerca sobre lo mismo. Que sí, que sí, que Internet debe ser libre, que hay modelos de negocios obsoletos y que el Gobierno debe defender la neutralidad de la red. Estoy de acuerdo. Pero el saber humano ha de seguir siendo libre, que no quiere decir gratis. Si yo escribo un libro, y me gano la vida con ello, la neutralidad de la red significa que no puede haber impedimentos para mí al difundir sus contenidos, ni para mis lectores al encontrar los canales adecuados para recibir la información. Pero si un tercero escanea mi libro y se dedica a difundir su enlace, cobrando por la difusión del mismo o en forma de publicidad gracias al tráfico que provoca en su sitio web, está cometiendo un delito. Y todo ello no tiene nada que ver con las libertades, las interferencias políticas, el desarrollo de la economía sostenible, ni demás zarandajas.

“9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.”

Totalmente de acuerdo. Personalmente creo que la SGAE se ha convertido en un nido de parásitos, y que a quien menos beneficia es precisamente a quienes depositan la gestión de sus derechos en ella. Pero la reforma de la misma y de sus modelos de gestión ha de venir desde dentro de la misma, y ha de tener un nuevo marco legal que ha de ser concertado por el consenso de nuestros representantes políticos, que es para lo que se les elije y paga. Los ciudadanos hemos de constituirnos como grupo de presión ante las fuerzas políticas, pero no podemos ser parte del problema, abocando a situaciones sin salida a los creadores de esos contenidos culturales que queremos sigan fluyendo y de los que pretendemos seguir disfrutando.

“Difunde y apoya el manifiesto.”

La difusión, para bien o para mal, ya está hecha. Mi apoyo, por todo lo anteriormente expuesto, no puedo dárselo.

3 comentarios:

Veo que compartimos bastante de los criterios en torno al "susodicho"... como sólo somos dos, siempre podemos poner que hablamos en representación de 22 millones, como para engordar un poco la cosa.... total...

Gracias por tu visita y comentario

Carpe Diem

Venga, que somos tres...o sea, 33 millones!!

No obstante, si te soy sincero, lo que yo me descarg....ehehhh...eso...ejem... son documentales y pelis ya con cierta antigüedad, de hecho, al menos donde yo vivo, es difícil encontrarlas en un videoclub, difícil por no decir imposible. Imagina entonces el acceso a la cultura que puedan tener en poblaciones más pequeñas que pueden incluso carecer de cine y en las que te ves obligado a desplazarte a otras con mejores dotaciones culturales/comerciales sólo para comprarte, a un precio exorbitante, un disco o una peli(joder, con el riesgo más que probable de que luego sean un bodrio!!, ¿o no?).

Si yo te contara la cantidad de películas que no se exhiben en Jaén y que si tienes interés en verlas tienes que desplazarte a Granada, fliparías.

No sé, algo falla.

Ese manifiesto ya me pareció en su momento que sólo pretendía dar por saco al gobierno. Tu análisis lo ha dejado bien claro.

Saludos!

Quizas tengais razón en el fondo, pero no os habeis parado a pensar que la mera posibilidad de cerrar páginas o "cortar" la conexión SIN ORDEN JUDICIAL podría significar un peligroso precedente y una pueta abierta a posibles abusos por parte del estado, estado representado por el gobierno de turno que, no nos engañemos, nunca gusta (sea del partido que sea) de las críticas que no puede ni controlar ni contrarestar?.
Protección para los "trabajadores intelectuales" si, pero dentro del ordenamiento jurídico y SIEMPRE DESE LA TUTELA JUDICIAL, todo lo demás puede convertirse en fascismo.
Un sludo.
Salud y República!!
Nexus.