Historias de la puta crisis

Terapia de grupo para soportar la que esta cayendo ...


 

Como cada Domingo, acabo de sostener la conversación telefónica semanal con mi padre en que nos contamos las escasas novedades que ha dado la semana. Francamente, ha habido semanas más aburridas que ésta, en que la tertulia se despachaba con un "sin novedad en el frente" como única referencia al devenir de la empresa en que trabajo. Él, prejubilado a los 58 años, y a punto de cumplir los 70, disfruta de una bien merecida jubilación, pero ve con la lógica preocupación situaciones laborales como las de mi hermana, que tras casi dos años en el paro, "disfruta" ahora de un contratito laboral en una empresa de la cual, día sí y día también, vuelve con la sensación de la duración de dicho contrato, de obra y servicio, no ha de ir más allá. Aunque, de momento, va yendo.

O mi situación, en una empresa afín al sector de la construcción, en la que seguimos trabajando, pero en la que haber hecho los deberes por parte de la dirección en cuanto a reducción de plantilla, gastos e inversiones no parece ser suficiente si no comienzan a descender los niveles de impago de parte de la clientela, que ha venido soportando el tirón el pasado año, pero que empieza a dar muestras de flaqueza. Así, quien más quien menos, se imagina que a lo largo del presunto año de la recuperación (¿?) viviremos nuevos episodios de despidos. Lo que ya cuadra con las previsiones del inefable Corbacho, actual ministro del paro.

Así puestos, versa nuestra conversación de hoy sobre la genialidad del Zapatitos de proponer que nos jubilemos a los 67 años, basándose en todo tipo de previsiones de los grandes organismos internacionales que aseguran que nuestro sistema público de pensiones no podrá sostenerse si cada vez hay más pensionistas y menos cotizantes, cuestión y previsiones éstas que hasta hace bien poco eran contestadas por nuestro Presidente, pero que ahora admite como verdades incontestables y se dispone a actuar en consecuencia. Dice mi padre : "Joder, si esto no va a pillar a los que se jubilen hasta dentro de 15 o 20 años". Yo, como tengo recientes los atracones de matemáticas que me he merendado en los primeros cursos de mi carrera de Ingeniero de Informática de Sistemas, que actualmente curso por la UNED, echo cuentas. Y como tengo 43 años, deduzco que estoy en el saco. "Olé tus huevos, si querías tranquilizarme, lo has conseguido", le digo.

Para rebatirle todos los argumentos dados por los medios afines al Gobierno para justificar el despropósito, le indico el siguiente artículo del Blog de Vicenç Navarro, del cual recomiendo la lectura si no más para apartar de las mente los argumentos falaces que se utilizan como justificación de la propuesta. Una vez comentado, reconoce haber oído argumentos en contra de la medida, muy en la línea de los que yo barajaba para esta entrada : ¿ Y si nos jubilamos, no después, sino antes ?.

Veamos. La más elemental lógica matemática nos dice que si hemos de hacer 1 igual a 3, tenemos dos medios : o le restamos dos al 3, o le sumamos 2 al uno. Y no hay más. Si el número de pensionistas crece, el número de cotizantes ha de crecer. Pero lo que no está claro es que el número de los cotizantes haya de crecer necesariamente por cuenta de reconvertir pensionistas en cotizantes.

Con los negativísimos datos del empleo del pasado año, la Seguridad Social ha conseguido, aún así, mantenerse en superavit. Ínfimo, eso sí, pero superavit. Dado que la previsión es que, un año u otro, el empleo neto volverá a crecer, la relación entre cotizantes y pensionistas tenderá a mejorar. Esto se observó fielmente en la década prodigiosa de la construcción. La Seguridad Social obtuvo niveles de superavit nunca antes alcanzados por la entrada masiva de emigrantes en la población activa de nuestro país. Ahora sabemos que, por lo menos en dicho sector, esos tiempos no van a volver. Pero la cifra de empleados habrá de recuperarse igualmente. ¿ O no es ese el fin último de la Ley de Economía Sostenible ?. Lo he dicho ya en varias entradas, y no me canso de repetirlo. La ley de Dependencia, hacia la que hay que empezar ya a dedicar fondos e inversiones para su total desarrollo, puede ser un arma eficaz para combatir gran parte del paro subvencionado que sufrimos en este país. Y más si estamos continuamente llorando por el envejecimiento progresivo de nuestra población.

Pero es que, además, si permitimos que nos jubilen cada vez más tarde, ¿ cómo vamos a dar paso a nuevos cotizantes ?. Cuando yo tenga 65 años, espero tener mi vivienda pagada, mis gastos serán los de una pareja anciana, o sea los mínimos, los dispendios escasos, pues se habrán de pagar con la pensión que nos quede, que con esta propuesta, más la que intuyo en bien poco tiempo, referente al aumento de los años de cotización para el cáculo de la misma, me permito concluir que será escasa. Es decir, me convertiré en una nula aportación al mercado.

Pero, si me jubilo, aunque sea parcialmente, a los 60 años, ¿ Pondría en riesgo mi pensión ?. Esto me permitiría colaborar en la formación de mi sustituto, trabajando unas horas remuneradas por la empresa y el resto complementado por la S.S.. Daría entrada en el mercado de trabajo a un joven, al cual le estaría negando el derecho al trabajo si tuviera que ocupar mi puesto hasta siete años después (ojo, en cuanto entre Rajoy, no serán 7, sino 10, tiempo al tiempo). Este joven si formaría parte del mercado, pues sería en potencia un comprador de vivienda, de coche, de vacaciones, etc. Tendría la oportunidad de formar un nuevo núcleo familiar, con los gastos propios que ello conlleva. Es decir, él podría ser un factor activo en la rueda del mercado, cosa que yo, por muchos años que permaneciera en mi puesto, ya no iba a ser.

Como no quiero alargarme y temo que, además, los argumentos se me iban a dispersar demasiado, llamo a los cabezas pensantes del gobierno a reflexionar si la medida que hoy tratan de introducir, no ha de resultar más nociva para la cuestión que más dudas genera sobre nuestro país en el exterior, el empleo, que otras soluciones alternativas. Si las medidas paliativas para los parados de esta crisis ponen en cuestión nuestro sistema de previsión, la solución está en la creación de empleo para que dichas ayudas puedan irse retirando, no en hacer trabajar durante más tiempo a los que ya lo han hecho durante toda su vida.

A fin de cuentas, si hoy, en recesión, estuviéramos en un índice de paro inferior al 11%, nadie se estaría preocupando por la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones. 

5 comentarios:

Qué tal!!

Parece ser que Zapatero, el genio cósmico, está adoptando las sugerencias de los economistas más ultraconservadores de USA (las de un tal Greenspan)...y las de los más recalcitrantes economistas tertulianos de la COPE!!!. No acabo de entender que un gobierno que mantiene un 40 % de paro juvenil y unas no menos impresionantes cifras de temporalidad en la franja entre 25 y 35 años, se centre en aumentar la edad de jubilación en vez de promover con energía la disminución de estas cifras vergonzosas de desempleo entre los jóvenes.

Ciertamente tu propuesta tiene mucho sentido, pero quizá por eso mismo será ignorada por nuestros sapientísimos líderes.

Lo peor de todo esto es que dentro de poco el gran ZP nos regalará una reforma laboral que quizá facilite a los empresarios mandar a la cola del INEM a los mayores de 50 años...con lo que nos encontraremos dentro de un decenio con una gran bolsa de población que ni tan siquiera tendrá derecho a una pensión de jubilación sino sólo a una de esas asistenciales de miseria...como mucho.

Qué asco!

Saludos siglo XIX!!

En mi opinión la edad de jubilación tendría que estar más relacionada con el tipo de trabajo realizado. No es lo mismo un catedrático de historia que un albañil. Probablemente el catedrático tenga mucho que aportar con 67, 68 ó 70 años, el albañil a los 60 ya está reventado. Por otra parte, si lo miras bien el albañil llevará cotizando a la SS más tiempo que el catedrático que seguro que empleó muchos años en estudiar
Sin embargo la realidad nos dice que se practica lo contrario. Vemos como prejubilan a oficinistas del Banco, de las eléctricas, a funcionarios pachorros etc y como deniegan prejubilaciones por enfermedad a un encofrador que tiene hecho fosfatina los riñones.
Yo soy hostelero, tengo 48 años. ¿Te lo explico?.
Creo que alguien ha gestionado mal. Y esos “alguien” tienen derecho al 100% de subsidio después de 7 años de servicio, tengan la edad que tengan y pudiendo tener otros ingresos; ellos mismos no se lo impiden.
No piensan en los ciudadanos, solo somos fardos paganinis que pueden cambiar de almacén a su antojo.

Estupenda entrada, estoy de acuerdo, pero todavía mas aún con el comentario de Necronomicón, las jubilaciones seberían depender del tipo de trabajo realizado y las demás circunstancias que lo rodean.
Por otra parte, ahora es elm momento de bregar para salir de la crisis, mas adelante será el momento de solucionar el problema de las pensiones, ahora mismo no son necesarias alarmas innecesarias.
Un saludo.
salud y República!!
Nexus.

Tengo este otro artículo en el que creo se defienden posturas próximas a la tuya.

http://jonkepa.wordpress.com/2010/02/02/el-gobierno-ha-optado-por-lo-facil-en-la-jubilacion/

Saludos.

Me gusta, porque además de denunciar la merma de derechos ofreces ideas nuevas e inteligentes.

El comentario de Necro también me parece muy acertado. El tipo de actividad laboral influye directamente en cuando es adecuado tomar la jubilación. No me imagino a un albañil de 70 años haciendo equilibrios en el andamio cargado de ladrillos (que va a parecer que se quiere hacer el panteón en altura), y no hace falta llegar a los extremos de jubilar anticipadamente porque la silicosis, la flebitis o la artrosis han dinamitado las escasas posibilidades de llevar un jubilación con un mínimo de calidad de vida.

Salu2