Historias de la puta crisis

Terapia de grupo para soportar la que esta cayendo ...


Como buen aficionado al rugby que soy, vengo disfrutando los últimos fines de semana del desarrollo del Torneo de las seis naciones. Aunque desde el desconocimiento pueda parecer un deporte violento, el que pasa por ser el deporte de las clases altas de Gran Bretaña (el futbol es para la plebe) me parece un compendio maravilloso de buenas virtudes. Nunca se reclama nada a los árbitros, esos mocetones robustos acatan las decisiones sin rechistar. Las lesiones no abundan. Se dan, naturalmente, pero son más frecuentes en otros deportes aparentemente más inofensivos. Y, sobre todo, la estrategia colectiva prima sobre los genios individuales. Un gran jugador de rugby no es capaz de ganar un partido, en la manera en que sí es posible hacerlo en otros deportes de equipo. 

Tras el gozo de la maratón de rugby de ayer sabado por la tarde, y mientras sacaba al monte a mis dos perros para que disfrutaran de lo que quedaba de tarde, y entre lanzamiento y lanzamiento de pelotita, me puse a pensar en la melee, suerte de jugada retratada en la foto que abre esta entrada, consistente en que varios jugadores de cada equipo hacen uso de su técnica (para que la formación no se venga al suelo) y su fuerza y empuje (para lograr el control del balón), y de repente me encontré rumiando la posible analogía que podría establecerse entre los actores de nuestro devenir en materia económica, y los jugadores de un equipo de rugby en cuestión. El resultado de la comparación, a mi pesar, se me reveló claro : ninguna.

En no recuerdo qué entrada del pasado año, me maravillaba de la poquísima repercusión de la crisis económica en materias como la conflictividad social, o el aumento de la delincuencia común. De hecho, nos mantenemos en los mismos niveles, con un año más de padeceres a nuestras espaldas. Las manifestaciones del pasado mes se produjeron por el desliz del asunto de las pensiones, no por la ya larguísima duración de nuestra recesión. Y, en términos de delincuencia, aquellos miedos xenófobos referentes a que los inmigrantes en paro se constituirían en una suerte de sindicato del crimen organizado se han ido al traste, como el propio ministro Rubalcaba se encargó de poner en claro esta semana.

Dónde la cuestión de la concordia ya parece no estar tan clara, y esto resulta tremendo tratándose de los estamentos que tienen en sus manos llegar a acuerdos que aceleren los motores para sacar al país del pozo en el que está hundido, es entre los agentes sociales y determinados grupos de poder de nuestra esfera económica. Así, hemos comenzado a asistir, por lo menos en mi caso, con cierto estupor, a un espectáculo barribajero de lanzamiento de chuzos de punta entre grupúsculos muy significativos. A saber :

Los bancos la toman con las cajas. Es decir, se permiten especular con la posibilidad de que una o varias entidades se vayan al traste, acusándolas de no ser viables. No me voy a erigir en una especie de defensor de putas pobres, Pero hasta donde se me alcanza, aunque parezcan lo mismo, una caja y un banco no son iguales. La caja tiene como fines para sus beneficios la obra social, mientras que el banco tiene como único fin la obtención de dividendos suculentos para sus ya adinerados propietarios. No se ha permitido caer a los bancos (ni se permitirá), ya sea con la puesta a disposición de subastas de efectivo o con la concesión de avales. Me resulta cuanto menos reprobable que, conscientes como somos de que las sucesivas recetas proporcionadas por el gobierno no han servido para inducir a la concesión del crédito que tanto necesitan nuestras empresas y familias, sino a maquillar balances o a posibilitar operaciones financieras impropias del discurso que dichas entidades mantienen para el consumo interior. No entiendo, pues, por qué la política con respecto a las cajas de ahorros debería ser diferente. Supongo, que desean reducir en los despachos la competencia que no han sido capaces de reducir en los mercados.

Los autónomos la toman con los funcionarios. Hombre, me parece razonable que al colectivo de autónomos se le dé crédito para que pueda sostener sus empresas. Igualmente es razonable que se aumente su protección en materia de pensiones y de subsidios de desempleo. Ahora, no se me acude qué extraña relación debe haber entre todas la mejoras que puedan hacerse en su particular régimen, y la congelación salarial de los empleados públicos.

Los autónomos la toman con sus trabajadores. Tampoco me parece razonable que los empleados de los empresarios autónomos, que pueden ser muy autónomos pero no por ello dejan de ser empresarios, deban tener contemplado un regimen diferente del de cualquier otra empresa en materia de despido de su plantilla por causas económicas. Y cuanto menos por la mora de sus clientes, aspecto éste sobre el que el empleado no suele tener poder de decisión.  Si el empresario es el que tiene la potestad de decidir si trabaja con tal o cual cliente y que riesgo le concede, él y no su plantilla ha de ser el responsable de sus decisiones.

La CEOE la toma, de nuevo, con toda la clase trabajadora. Definitivamente, no entiendo qué tipo de sociedad futura busca esta secta de cabrones que se esconden bajo las siglas de CEOE. Mientras el gobierno pretende equiparar nuestros impuestos a la media europea, la patronal no sólo no quiere que nuestros sueldos estén también en la media, sino que aboga por una bajada profunda de los mismos. Si al final hemos de trabajar únicamente para comer y para pagar impuestos, ¿Qué clase de mercado vamos a constituir si nuestros sueldos no nos van a permitir comprar más que bienes básicos? ¿Hemos de equipararnos en lo salarial a China o la India para que ellos se equiparen en los beneficios al resto de la clase empresarial europea?.  Comentarios de este tipo me resultan cómicos, cuando no directamente indecentes.

Pues así está el percal. Si todos estos librepensadores nos han de sacar del atolladero, vamos arreglados ...



votar

Hace ya casi un mes que escribí mi última entrega en este sitio. En este tiempo, me he impuesto una reordenación de mis quehaceres cotidianos que no me ha permitido ni escribir con regularidad ,ni poder seguir aquellos blogs que me resultan especialmente interesantes y en los que solía verter mis comentarios. Unas veces por falta de tiempo, y otras por el cansancio acumulado por las tensiones diarias soportadas, el resultado ha sido el abandono de una de las pocas labores gratificantes que llevaba a cabo, y que reemprendo en la confianza de haber engranado  de tal manera las piezas que componen mi existencia que ninguna labor me prive en el futuro del placer de leeros, verter mis aportaciones y resultar lo suficientemente interesante en mis escritos para merecer, a su vez, vuestra lectura.

Me cabe el consuelo de que, quienes son mis cocos habituales y blancos de mis iras, no han hecho nada en todo el mes que merezca ser reconocido ni criticado. Bueno, esto último si lo han hecho, pero uno ya se cansa de denunciar las gilipolleces de los demás, sobre todo cuando las gilipolleces son siempre las mismas. 

Ni hay acuerdo contra la crisis, ni lo habrá. Zapatero seguirá soltando grandes palabras para realizar pequeños actos de no se sabe bien qué, pero lo que si acertamos a intuir es que las muchas o pocas cosas que ponga en práctica beneficiarán a los de siempre. A la batería de minipropuestas que se han filtrado en plan globos-sonda, ya les dedicaré algún comentario cuando se vayan concretando. Como siempre, tendrá enfrente a Rajoy, al que todo lo que se le proponga le parecerá mal, en la ilusión de que dicha actitud le conducirá a la Moncloa. Por cierto, que vaya prestando atención a la situación del Reino Unido, dónde su homólogo Cameron se las prometía muy felices hace tan sólo un mes, y aplicaba la misma receta en materia de oposición. Resultado : el inefable primer ministro Gordon Brown, ni parece ya tan vencido, ni tan fácil de doblegar en las urnas, y recupera posiciones día a día. 

Se cumplió el primer año de mandato de la "gran esperanza negra", el señor Obama, el cual sigue siendo tan o tan poco negro como de costumbre, pero lo de la gran esperanza se ha ido al traste. El desguace de Guantánamo no acaba de llegar, las tropas repartidas por el globo por Mr. Bush no regresan a casa, La economía norteamericana da un pasito adelante, un pasito atrás (como casi todas), y de la reforma sanitaria, pues mejor no hablar. Dado que en aquel país las prerrogativas que se conceden al presidente son amplias, más le vale dejar de ser más papista que el Papa, y sacar alguna de estas reformas por narices adelante (suerte ésta que utilizaron prácticamente todos sus predecesores sin problema alguno).

Como tampoco pensaba extenderme más en esta entrada, lo dejaré aquí. Podría decir algo sobre la reforma laboral (o sobre la ausencia de reforma), pero me esperaré a que se concrete algo. Del terremoto de Chile, mejor me callo. Aunque la desproporción en la reacción internacional (por lo menos, así me lo parece) ,por comparación con el de Haití, me da qué pensar. Chile no es Haití, y gracias a eso el número de muertos no es ni remotamente similar. Pero las necesidades de ayuda se me antojan iguales, y en ese aspecto se me antoja que pesa mucho el hecho de que los chilenos no están a dos días en barca de las costas de Estados Unidos.

Concluyo pues. Dejo como ejercicio un fragmento de "El profeta", de Gibran Khalil Gibran. A ver cuantos candidatos me encontráis para aquel que denomina "el de las manos estériles":


El Comprar y El Vender

Y un mercader dijo: Háblanos del Comprar y el Vender. 

Y él respondió:

La tierra os entrega sus frutos y vosotros no conoceréis necesidad si sabéis solamente cómo llenaros las manos.

Es en el intercambio de los dones de la tierra donde encontraréis abundancia y seréis satisfechos.

Pero, a menos que ese intercambio sea hecho con amor y bondadosa justicia, llevará a algunos a la codicia y a otros al hambre.

Cuando, en el mercado, vosotros, trabajadores del mar y los campos y los viñedos, encontréis a los tejedores y alfareros y vendedores de especies, invocad al espíritu guía de la tierra para que vaya en medio de vosotros y santifique las medidas y para que pese al valor de acuerdo con el valor.

Y no permitáis que el de las manos estériles, el que quiere venderos sus palabras al precio de vuestra labor, intervenga en vuestras transacciones.

A ese hombre deberéis decirle:

"Ven con nosotros a los campos o ve con nuestros hermanos a la mar y arroja tu red:

Que la tierra y el mar serán espléndidos para ti como lo son para nosotros."

Y, si vienen los cantores y los bailarines y los tañidores de caramillo, comprad de sus dones.

Porque ellos son también cosechadores de frutos e incienso y lo que ellos traen, aunque hecho de sueño, es ropaje y alimento para vuestro espíritu.

Y, antes de abandonar el mercado, ved que nadie se marche con las manos vacías.

Porque el espíritu señor de la tierra no dormirá en paz sobre los vientos hasta que las necesidades del 'ultimo de vosotros sean satisfechas.

 


votar