Historias de la puta crisis

Terapia de grupo para soportar la que esta cayendo ...



Uno de los temas que han impulsado desde mi infancia mis ansias de conocimiento ha sido la historia de las dos guerras mundiales del siglo XX. Me considero un auténtico devorador de literatura sobre el tema, en general, y sobre la II Guerra Mundial y el Nazismo en particular. Considero que la Historia perdura en la memoria si se comprende, y yo traté de entender cómo un grupo de naciones decididamente avanzadas habían podido caer en el error de enfrentarse dos veces en tan pocos años, de manera tan trágica. Y cómo una sola nación, Alemania, había podido ser la desencadenante de ambos conflictos.

Me fascinaba, muy concretamente, como de una nación tan preparada había podido surgir una ideología tan aberrante como el Nazismo . Llegué a leer completo el libro de Hitler, "Mein Kempf", panfleto del demonio que aún guardo por algún cajón con el único fin de que haya en el mercado un ejemplar menos que pueda llegar a las manos de algún descerebrado que pueda creérselo a pies juntillas. Una obra digna del mayor demente que ha existido jamás. Del hombre cuya visión fue la de un único mundo, poblado por una única raza, con una única ideología posible y bajo el mando de un único líder : él.

Todo el mundo perdió, pero unos más que otros. Los aliados, que ya lo habían sido en la primera gran guerra, perdieron entonces la oportunidad de mostrarse magnánimos al castigar a una nación, no vencida por las armas, con unas sanciones tales que abocaron al país a caer rendidos a los pies del primer subnormal que les vendió una idea nueva : el orgullo de la pertenecia a una raza superior a las demás. Un tarado que condujo al mundo a la hecatombe, y que perpetró el más profundo de los desvaríos conocidos : llevar a la extinción a todos aquellos que pertenecían a cualquier grupo étnico incompatible con su proyecto, y por añadidura, a aquellos cuya ideología no comulgaba con su particular catecismo.

Nadie perdió más, no obstante, que los millones de muertos en los campos de exterminio que el Nazismo sembró por toda Europa, de los cuales Auswitch era el máximo exponente. El campo perfecto, una máquina de matar prodigiosa. Su lema : "El trabajo os hará libres".  La liberación del campo, cuyo aniversario se conmemora hoy, dejó clara el significado que la palabra libertad tenía para sus constructores :




Esperemos que jamás la ausencia de memoria nos haga vivir de nuevo episodios en que la libertad sea ninguneada de manera semejante.
 

3 comentarios:

Lamentablemente no se puede cambiar el pasado, así que los millones de muertos que se produjeron en la segunda guerra mundial seguirán muertos.
Cierto que la historia debe ser recordada, aunque sea para que no se puedan repetir los errores del pasado, pero quiero hacer una aclaración, he visiatdo varias veces Alemania (antes y después del muro de la vergüenza), tengo amig@s aleman@s desde hace muchos años y, al menos en el norte que es por donde me movía mas, llegué a la conclusión de que Hitler no era el único demente peligroso, una gran masa social alemana estaba sde cauerdo y colaboró necesariamente al holocausto, quedan rescoldos, lo digo en serio.

Un saludo.
Salud y República y...memoria histórica!!
Nexus.

Qué tal!!

En ese Loco confluyó, ciertamente, todo el Mal que la Civilización (¿?) generó y acumuló durante siglos, quiero decir que el Loco no aportó nada nuevo, todas y cada una de sus ideas (y prácticas) circulaban, incluso con gran aceptación entre gentes ilustradas, desde hacía tiempo...pero solo un Loco las puso en práctica todas al mismo tiempo y a una escala desconocida.

Esas ideas siguen vivas...en espera del siguiente Loco.

Saludos!

El problema es que parece que algunos han olvidado el sufrimiento de su pueblo en los campos de concentración alemanes y se comportan con su vecino de manera tiránica.
Salud, República y Socialismo